¿Recuerdan una serie de televisión animada entre los años 1995-2003, que giraba en torno a Dexter un niño genio de pelo rojo, que tenía un laboratorio secreto?
¿Recuerdan a su mamá? la que siempre aparecía con unos guantes amarillos…Les confieso que en algunos momentos de mi vida ¡me siento identificada con la mamá de Dexter! Porque me veo a mí misma lavando la loza ¡con los mismos guantes!
La cuestión es que ahora, tras 18 años, desde que terminó la serie, mientras lavo la loza (¡con los mismos guantes!), pienso sobre la cantidad de estereotipos que nos dejan las series, cartoon, TV, prensa y en general los medios de comunicación.
No sólo es la mamá de Dexter, totalmente invisibilizada y confinada a las labores del hogar, también es Mammy-Two-Shoes, de Tom y Jerry, una mujer afrodescendiente cuyo rostro nunca es visible que trabaja y es dueña de casa, o Vilma Picapiedra y su amiga Betty Mármol y así cuando nos ponemos los “Lentes de la Perspectiva de Género”, visibilizamos un sinfín de estereotipos más…
El mismo concepto de “dueña de casa”, da una idea equívoca de dominio, cuando en realidad se trata de la madresposa que hace en su casa el trabajo doméstico, en condiciones serviles[1]
Hoy como Sociedad y para nuestro beneficio, existen estudios antropológicos de la mujer y sin duda, gracias al aporte del feminismo, es posible visibilizar los modelos machistas que nuestra sociedad patriarcal sostiene y podemos proponer cambios, planear proyectos de desarrollo y denunciar prácticas aberrantes que contribuyen a la opresión de las mujeres en distintos países y en distintas condiciones.
¡Que tengan una buena semana!
Saludos,
[1] Lagarde y De Los Ríos, Marcela;(2015). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. México, D.F.:Siglo XXI Editores, 2ª.ed. 620p. (Sociología y política)p.116