Con ocasión de mi ramo de metodología de la investigación, requisito para formular la tesis de magíster…que adelanto versará sobre Violencia Vicaria, se nos instruye respecto a las características y diferencias de los métodos de investigación y junto con ello a los paradigmas que los acompañan, así cuando aprendí que la investigación cuantitativa se relaciona con el paradigma de la corriente conocida como positivismo, el cual define que todas las “cosas” o fenómenos que estudian las ciencias son medibles y que se relaciona con el “paradigma positivista que se califica de cuantitativo, empírico-analítico, racionalista, sistemático gerencial y científico tecnológico” y describiéndose al positivismo como un modelo de investigación de las ciencias físicas o naturales que se caracteriza por ser racional, objetivo, se basado en lo observable, en lo manipulable y verificable (Cuenya & Ruetti, 2010), que funciona con reglas estrictas de lógica, verdad, leyes y predicciones, que sostiene que sus investigaciones son la verdad absoluta y que una única realidad puede definirse por medición cuidadosa y que para encontrar la verdad, el investigador debe dejar a un lado sus valores, creencias, sentimientos y percepciones personales puesto que no pueden entrar en la medición». Retamal, M. (2022). MDFIF, Foro Sala de Clases, Metodología de la Investigación. UNIACC.
Surge en mí la siguiente necesidad de análisis o crítica, fundado en el desarrollo de corrientes feministas pues se ha demostrado que la ciencia al igual que la filosofía son prácticas culturales que se suman a la construcción de un imaginario social generalizado, según una compleja red de valoraciones organizadas jerárquicamente que se sostienen unas a las otras.
Se ha demostrado también que incluso el conocimiento considerado más riguroso se articula en redes metafóricas u otras figuras retóricas, en las que se inscriben tanto los discursos modernos como posmodernos, encubriendo múltiples nudos de significados y tramas metafísicas genéricamente sesgadas. (Bach, Ana (1994). Las apariencias engañan: metáforas filosóficas. citado por Femenías, L. (2022). Ellas lo pensaron antes. Filósofas y pensadoras. Editorial Almuzara, España).
Lo que quiero manifestar aquí de modo simple es que no nos engañemos respecto a que una investigación cuantitativa, es per se, merecedora del título de verdad absoluta respecto del objeto investigado, esto porque la producción del conocimiento está condicionado por la naturaleza del objeto, pero, más aún, por los modelos posibles de seguimiento y/u observación, que implican la aplicación de diferentes filtros que permitan ver y corregir observaciones pasadas y predecir, con mejor resolución, los nuevos estados de dicho objeto. Entonces, no debemos ser ingenuos, en principio, no hay conocimiento que no esté construido desde cierto lugar y punto de vista; incluso aquel que, como el saber científico, se considera a sí mismo como la abolición de todos los puntos de vista en aras de la objetividad.
Teniendo en cuenta lo dicho, cabría preguntarse si el binarismo o dicotomía razón/varón- emoción/mujer, no subyace como sesgo sexista o como parte del filtro o marco conceptual de la base a partir de la cual se ha construido históricamente el saber científico y filosófico, como racionalidad masculina.
Para explicar lo antes señalado un ejemplo:
«un estudio de la Universidad de Leeds reveló que las mujeres tenían un 50% más de probabilidades de recibir un diagnóstico erróneo cuando tenían un ataque cardíaco, porque la investigación se realiza básicamente con los síntomas masculinos, no con los que experimentan las mujeres». (Centeno, P.(2022). Poderío: liderazgo femenino un cambio de postura. Edit. Planeta, Barcelona).
Lo anterior se explica porque hasta la década de 1990 las mujeres eran excluidas de los ensayos clínicos por sus supuestas «hormonas», en palabras de Karen H. Rothenberg, «varias ideas asociadas al género han contribuido a la exclusión sistemática de las mujeres en la investigación clínica». (citado por McAfee, N. (2021). Feminismo una inmersión rápida. Edit. Tibidabo, Barcelona). Es por ello que la ciencia lleva considerando a los hombres como el estándar según el cual se mide todo, las mujeres son consideradas como variables desconocidas que tienden a confundir los resultados, pero paradójicamente los resultados de esas investigaciones clínicas se hacen extensivas a las mujeres, fomentando con ello la desatención de sus necesidades fisiológicas.